7 consejos que debes saber para cumplir tus metas de año nuevo

¿A quién le ha pasado que para el 31 de diciembre, se proponen una serie de metas de año nuevo, inclusive hacen una serie de rituales (comer las 12 uvas con el cañonazo, comer lentejas, salir con maletas, usar ropa interior de color amarillo, etc.), pero ya a los 3 meses se olvidan de las mayorías de las metas que se propusieron? Y de esas metas que aún se acuerdan, ¿cuántas logran cumplir al finalizar el año?

Pero no crean que es sólo a nosotros que nos pasa, a continuación te voy a suministrar una serie de datos para que veamos qué cantidad de personas son constantes en el cumplimiento de sus metas:

  • La mayoría de las personas en los primeros cuatro meses ya han abandonado el 25 % de sus metas propuestas para el año nuevo.
  • Más de la mitad de las personas pueden repetir un propósito de año nuevo hasta por 10 años seguidos.
  • Aquellos que logran ser constantes en trabajar por sus metas, lo hacen luego de haber abandonado esa meta por 4 o 5 veces seguidas.
  • El 80 % de las personas planifican su fracaso, y no es porque a propósito lo hayan decidido así, pero es que, al no planificar su éxito, automáticamente están planificando su fracaso.
  • Debo confesarles que yo he formado parte de esas tristes estadísticas, pero desde el año pasado me puse a investigar, a encontrar respuestas del por qué fallamos en lograr los objetivos trazados en el año, y sobretodo, qué técnicas, conceptos y estrategias podemos aprender para lograr tomar acción constante y llegar a finalizar todas las metas propuestas para este año

Así que a continuación les vengo a compartir 7 estrategias  que encontré y que me parece clave saber, estas estrategias están compuesta por dos partes:

  1. Definición de Metas y mantener el enfoque.
  2. Argumentos para convencer a nuestro “Yo Flojo” para que trabaje por las metas.

1 Escribir los deseos para transformarlos en metas.

Lo primero que debemos hacer para que nuestros deseos de año nuevo se conviertan en metas, es escribirlas, ya sea en papel, ya sea en digital.

Al escribir las metas, para que estas sean unas metas claras, poderosas y bien definidas, deben cumplir las siguientes características:

  • Con fecha de cumplimiento.

Una meta es un sueño con una fecha. Si no colocamos fecha de cumplimiento nuestra mente subconsciente (nuestro YO flojo), va a postergar indefinidamente cualquier acción porque no tiene prisa. Colocar fecha nos da un sentido de urgencia que hace que nuestra mente se enfoque.

Al colocar fecha, se sugiere indicar el día o el mes en que se desea lograr más la frase “O Antes”.

Por ejemplo: – Voy a ganar 5 mil dólares para Junio 2020 o antes.

  • He bajado 5 kilos para octubre de 2020 o antes.
  • Medibles:

Aquello que no es medible, no se puede mejorar. Si colocamos una meta ambigua o que no pueda medir, nunca vamos a saber si estamos avanzando o no, o si ya logramos la meta. Lo cierto es que si una meta no es medible, nuestros amigos “Yo proactivo y Yo flojo” se confunden y no van actuar porque no van a saber qué hacer.

Una buena forma de hacer una meta medible es preguntarnos:

¿Qué tiene que pasar para saber si ya logré conseguir tal o cual meta?

¿Qué acciones debo ejecutar para lograr llegar a ese objetivo?

  • Específicas:

Si tu meta no es específica, la mente te puede ayudar a obtener lo que para él es la meta, no lo que en realidad quieres.

Un ejemplo personal: Para finales del año 2005, mis principales deseos de año nuevo eran comprar nuestro propio apartamento, para que mi esposa y yo pudiéramos casarnos y comenzar una vida juntos y el otro deseo era viajar mucho.

Como no fui específico, mis dos deseos se cumplieron en uno solo: conseguimos apartamento, sí, pero en los Valles del Tuy,  una ciudad dormitorio que queda a dos horas de Caracas sin tráfico. A partir de allí fue viajar todos los días Cúa-Caracas, Caracas-Cúa. Como ven, mis dos deseos se cumplieron, pero como no fui específico, se cumplieron pero no de la forma en que yo quería.

Así que si tu meta es un nuevo carro: Especifique modelo, marca, color, nuevo o usado, etc.

Si desea viajar, especifique dónde, cuándo, por cuánto tiempo, con quienes, etc.

  • En Positivo:

Nuestra mente subconsciente (quién es realmente la que va a hacer gran parte del trabajo para cumplir nuestros sueños) no entiende la palabra no, ella trabaja por imágenes.

Para probar esto, vamos a realizar el siguiente ejercicio:

Busca a una persona que te lea lo siguiente:

Quiero que cierres los ojos y que te imagines una mata de mango, esa mata de mango va a estar cargada de mangos, observa los mangos maduros, amarillos, a punto de caerse.

Ahora bien, no quiero que veas los mangos verdes, repito, no veas los mangos verdes que están buenos para comérselos con sal.

Te pregunto ¿pudiste evitar ver los mangos verdes? No, ¿verdad?

Así es para todo, ahora imagínate el peligro de decirnos las siguientes oraciones:

  • No me quiero enfermar.
  • No quiero engordar más.
  • No me quiero estresar.
  • No quiero que me pase nada malo.
  • No quiero seguir siendo pobre.

Así que ya lo sabes, no solo con tus metas, trata siempre de hablar de lo que quieres en lugar de lo que no quieres, porque ser positivo ya no es un tema de actitud, es un tema de seguridad.

  • Realizables:

Lo ideal es que las metas que te propongas sean retadoras pero realizables, que no sean tan fáciles de cumplir que no te cueste nada lograrlas, recuerda que tan importante como lograr las metas, es lo que nos convertimos en el camino.

Pero tampoco que sean exageradamente grandes, casi imposibles, porque hasta nuestro “Yo Proactivo” se va asustar y se va a hacer el que no entendió o no escuchó esa meta, es decir, un meta muy grande abruma tanto a la mente que se va a paralizar y no va a hacer nada para trabajar en dicha meta.

  • En presente:

Es poderoso escribir nuestras metas en presente, como si ya la hubiésemos logrado. Eso también le da instrucciones fuertes y con sentido de urgencia a nuestra mente, porque nuestra mente quiere ser coherente, así que va a trabajar con más poder para lograr que eso que ya decretamos, se materialice.

Una vez que hayas culminado de escribir tus metas con todas estas características, puedes darte un abrazo de felicitación y sacar el pecho de orgullo, ¡porque ya formas parte del 20% de las personas que planifican su éxito! ¡Aplausos de pie para ti!

2. Mantener esas metas escritas en un lugar visible (Mapa de Sueños, Carteleras de Sueños, etc).

Probablemente les ha pasado, o conocen a alguien que le haya pasado, que lograron escribir sus metas en un cuaderno, cerraron el cuaderno, lo guardaron y se fueron a celebrar que ya tenían sus metas escritas, tiempo después no se acuerdan donde guardaron el cuaderno.

Y si no se acuerdan donde guardaron el cuaderno, ¡mucho menos se van a acordar de las metas que escribieron!

De allí la importancia de colocar nuestras metas en un lugar visible, porque eso nos va a permitir mantener el enfoque en lo realmente importante, en medio de tantas distracciones que tenemos hoy en nuestra vida cotidiana.

Para ello sugiero realizar una cartelera de sueños, o mapa de sueños, donde básicamente vas a realizar una cartelera (puede ser física o digital) y allí vas a anotar cada una de tus metas que definiste en el paso anterior, y junto a  tu meta vas a colocar una imagen que te ayude a visualizar más rápidamente eso que quieres.

Mantener nuestros sueños en lugar visible también es importante porque podemos aprovechar cualquier momento en que veamos esa cartelera, para además de observarla, hagamos ejercicios de visualización lo cual es algo clave para programar nuestra mente a nuestro favor.

Argumentos para convencer a nuestro “Yo Flojo” para que trabaje por las metas.

Dentro de nuestra mente subconsciente existen –metafóricamente hablando- dos personajes: Nuestro “Yo Proactivo” y nuestro “Yo Flojo”. Ambos tienen mucho poder, y son unos maestros de la persuasión y de la negociación. Y cada vez que pensamos en hacer cualquier cambio comienza un gran debate entre ellos, pero siempre va a ganar el que tenga mejores argumentos.

Así que después de definir tus objetivos y colocarlos en un lugar visible para mantener el enfoque, el trabajo más importante que vamos a realizar es convencer a nuestro “Yo Flojo” que lo mejor para él y para nuestras vidas, es trabajar para conseguir nuestras metas.

Y  para ello, les comparto 5 argumentos poderosos en forma de conceptos y técnicas para que nuestro “Yo Proactivo” tenga todo el poder para ganar el debate.

3. Entender la verdad sobre la disciplina.

Mucho se ha hablado de la disciplina y tal vez todos están de acuerdo conmigo en que la disciplina es indispensable para el logro de nuestros objetivos.

Pero lo que nadie nos dice es que aplicar la disciplina es algo sumamente difícil y agotador, porque se necesita de mucha concentración y esfuerzo físico y/o mental.

Y la verdadera razón por la que fallamos en ser disciplinados, es porque erróneamente creemos que durante todo el camino al logro de objetivos, vamos a necesitar de la abrumadora disciplina.

Pero lo cierto es lo siguiente:

“Al ejecutar cualquier cambio, vamos a actuar con disciplina, solamente hasta que esas acciones se conviertan en un nuevo hábito”.

Cuando ya hemos adquirido un nuevo hábito, esas acciones pasan a nuestra súper poderosa mente subconsciente, que trabaja en “modo automático” liberando así a nuestra limitada mente consciente.

Y para comprobar todo esto que acabo de explicar te menciono varios ejemplos:

  • El proceso de aprender a manejar un carro. ¿Recuerdas cómo te costaba al principio y como manejas ahora?
  • Aprender a bailar
  • Manejar bicicleta
  • Leer, escribir, etc.

Ahora que ya sabes, en aquellos momentos en que estés en la etapa de disciplina y quieras desistir, usa esta información como vacuna para que puedas resistir.

4. Poner a los 2 grandes impulsos emocionales a trabajar a nuestro favor. (El dolor y el placer).

De acuerdo al libro “Despertando al gigante interior” de Anthony Robbins todas las decisiones que tomamos se basan fundamentalmente en uno de estos 2 grandes impulsos: Obtener placer o evitar un dolor.

Una de las cosas que debemos tomar conciencia rápidamente es definir qué es aquello que nos produce placer y que es aquello que nos produce dolor.

Si en tu vida hay cosas que has decidido cambiar, pero te cuesta tomar acción, es porque subconscientemente el hecho de cambiar te está produciendo mucho más dolor que placer, y el hecho de permanecer igual te sigue produciendo cierto placer, y tal vez te produce dolor, pero un dolor soportable.

¿Qué debemos hacer entonces para poner a estos impulsos a trabajar a nuestro favor?

Debemos invertir los impulsos: comenzar a darle argumentos y referencias sólidas a nuestro “Yo Proactivo” para que entienda todas las emociones positivas (placer) que va a obtener al momento de cambiar. Y  debemos indicarle a nuestro “Yo Flojo” igualmente con referencias lógicas y sólidas, la cantidad de emociones negativas (terrible dolor) que vamos a sentir si permanecemos igual.

En otras palabras, debemos convencernos de lo maravilloso que es cambiar, y qué no cambiar, nos está produciendo ya, un dolor insoportable. Cuando logremos calibrar estos impulsos de esta manera, no dudaremos más en actuar para lograr esa maravillosa meta.

5. Entender que es mejor elevar tu conciencia en lugar de aplicar fuerza de voluntad.

Cada vez que aplicas fuerza, así sea fuerza de voluntad, obtienes resistencia, y en esa lucha puedes agotarte sin siquiera avanzar.

Pero cuando en lugar de aplicar fuerza de voluntad, elevas tu conciencia, entonces en lugar de encontrar resistencia, obtienes fluidez.

Así que en lugar de forzar a nuestro “Yo Flojo” a que trabaje obligado, haz que tu “Yo Proactivo” se siente con él y juntos eleven la conciencia: Con información, educación, reconociendo todo lo que eres capaz de lograr si te lo propones.

Cuando logres elevar tu conciencia, te vas a levantar por encima de los obstáculos y encontrarás maneras más prácticas y sencillas de avanzar hacia tus metas propuestas.

6. Aplicar Kaizen

De acuerdo al libro “El método Kaizen” de Robert Maurer, se define el Kaizen como “Uso de pasos muy pequeños para mejorar un hábito, un proceso o un producto.

El Kaizen se originó en Estados Unidos y luego fue exportado a Japón donde recibió este nombre. Al principio este método se usaba para la mejora continua de las corporaciones y fue una de las claves para levantar la economía de Japón luego de la caída de la bomba atómica de Hiroshima y Nagasaki.

Ahora este método se puede aplicar también para mejorar cualquier área de nuestras vidas.

¿Por qué funciona el Kaizen para lograr metas personales?

Todos los cambios, inclusos los positivos, producen miedo. Y en el cerebro, cuando sentimos miedo, se activa una parte especial que nos hace reaccionar en forma de lucha o huida, pero al activarse esta área, generalmente bloquea el pensamiento racional o creativo.

Es por eso que muchas veces, al momento de comenzar a tomar acción sobre nuestras metas, si nuestro “Yo Flojo” observa que son muy grandes o complicadas, siente miedo, activa el sistema de reacción ante el miedo y eso causa que actuemos torpemente o que nos paralicemos y terminemos posponiendo o procrastinando.

Pero es allí donde aparece el Kaizen al rescate: En lugar de hacer movimientos grandes y contundentes, vamos a realizar pasos tan, pero tan pequeños, que nuestro “Yo Flojo” no va a sentir ningún tipo de temor y hasta se puede animar a actuar.

Una vez lo tengamos animado, le sugerimos aumentar solamente un poco y si no hay objeción, vamos aumentando pequeños pasos a la vez hasta que, sin darnos cuenta, ya estamos dando grandes y contundentes pasos y estamos avanzando a muy buena velocidad hacia el logro de nuestras metas.

También puede suceder que al dar un pequeño primer paso, descubrimos que la tarea no era tan difícil y que no había nada que temer, haciendo que nos motivemos rápidamente a aumentar el ritmo y el tamaño de nuestras acciones. Esto es otro beneficio de usar el poder del Kaizen. 

7.  6 Tips cortos adicionales para superar el miedo a comenzar algo nuevo.

  1. Nada se logra solo con pensar, si quieres lograr algo tienes que hacer algo. Así que dale Play.
  2. No hay nada que salga bien a la primera (a menos que tengas suerte), así que dale Play, y hazlo mal hasta que te salga bien.
  3. Pregúntate qué es lo peor que te puede pasar, y si la respuesta es que siga igual, entonces dale play porque lo peor te está pasando.
  4. La única forma de saber si algo funciona, es intentándolo, así que dale Play para ver si esa cosa funciona.
  5. La mayoría de nuestros miedos desaparecen cuando comenzamos a tomar acción, así que Dale Play, que la acción cura el miedo.

Ahora, hoy, es siempre el mejor momento para comenzar, mi pana, dale play que ahora es que viene lo bueno.

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Redacción Sociedad del Marketing
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